Como profesor, ¿qué es lo más aterrador que te haya dicho un alumno?

Apr 30 2021

Respuestas

MaryBashara Apr 06 2019 at 14:26

Pregunta original: Como profesor, ¿qué es lo más espeluznante que te haya dicho un alumno?

A finales de los años 90, enseñaba en una escuela secundaria en un pequeño pueblo de Oklahoma, con unas 20.000 personas. Sólo teníamos una escuela secundaria y no había escuelas privadas, por lo que todos los niños de la ciudad asistían a la misma escuela. Mi abuela también vivía allí y yo pasaba mucho tiempo en su casa. Aproximadamente una vez a la semana, le llevaba el almuerzo y pasaba mi descanso con ella.

Uno de mis alumnos, William, estaba en Educación Especial porque tenía poca inteligencia y también estaba clasificado como ED (Emocionalmente Perturbado). Era un tipo enorme, alto y de hombros anchos. Llevaba camisetas de Harley-Davidson que le quedaban un poco pequeñas metidas en pantalones de camuflaje y botas de combate. A menudo se jactaba de su alijo de armas, especialmente de su colección de cuchillos. También era un estudiante de segundo año de 18 años. No podía entender por qué no le permitían llamarme por mi nombre, ya que ambos éramos adultos. Empezó a poner "Loverboy" en sus papeles en lugar de su nombre. Espeluznante, claro, pero eso no es lo más espeluznante.

Tuve que imponerle un castigo por algo, no recuerdo qué, y él trató de librarse de ello argumentando. Cuando se dio cuenta de que no estaba cambiando de opinión, empezó a salir por la puerta, luego se volvió hacia mí y me dijo: “Tu abuela vive en Nona Street, ¿verdad? Sí, es una de esas ancianas confiadas que nunca cierran sus puertas con llave”. Luego se fue. Tenía razón: mi abuela abrió la puerta a las 6:00 am y volvió a cerrarla justo antes de irse a la cama. El resto del tiempo su puerta siempre estaba abierta. Para saber dónde vivía, tuvo que haberme seguido hasta su casa en algún momento.

Una amenaza velada dirigida a mi abuela fue lo más espeluznante que jamás me haya dicho un niño.

SteveHalt Dec 03 2018 at 10:56

Recuerdo la conversación más inquietante que tuve una vez con un estudiante. Me habló sobre el control de la natalidad y la educación sexual en la China rural. Sonó horrible, y no creo que necesite citar mucho de lo que dijo aquí; basta decir que me habló de los procedimientos de aborto en el hogar, las diferentes formas en que se indujo el parto y las diferentes herramientas para extraer los fetos.

Resultó que me lo estaba contando para explicarme por qué decidió volverse homosexual del todo. Sin duda, en cierto momento me preguntó si podríamos “juntarnos ya que nunca antes había tratado con un extranjero”.

Ese era el nuevo nivel de perturbación.