¿Los gerentes de productos necesitan entender cómo piensan y se comportan las personas?

Como gerente de producto, es posible que se pregunte cómo se puede aplicar la ciencia del comportamiento a su línea de trabajo. Después de todo, ¿no se ocupa la ciencia del comportamiento de la cognición humana y de las interacciones en el mundo natural? La respuesta es sí, pero la ciencia del comportamiento también describe el estudio del comportamiento humano a través de la experimentación y la observación sistemáticas. En otras palabras, puede usarse para ayudar a explicar por qué las personas toman las decisiones que toman.
Algunos ejemplos bien conocidos de las ciencias del comportamiento incluyen la psicología, la antropología, la psicobiología y las ciencias cognitivas. Comprender la gestión conductual de productos es clave para el éxito de cualquier gerente de producto. La ciencia del comportamiento se puede aplicar a la gestión desde dos perspectivas: negativa y positiva. Ambas perspectivas actúan como las caras de una moneda, ya que pueden influir en el éxito de un producto. Al comprender cómo piensan y se comportan las personas, los gerentes de producto pueden tomar decisiones más informadas sobre sus productos.
Jefes El desarrollo de productos es un negocio arriesgado que involucra muchas decisiones complejas en condiciones desconocidas. Las suposiciones son necesarias al abordar estas situaciones desconocidas: actúan como elementos básicos para crear una solución favorable. Estos supuestos crean una base que incluye el problema a resolver, los clientes objetivo y las posibles soluciones. Tener una base sólida de suposiciones permite una mayor probabilidad de éxito al desarrollar un nuevo producto.
Si las condiciones desconocidas no fueran suficientes para arruinar nuestro producto, entonces las suposiciones serían como gasolina para el fuego al permitir que los sesgos ingresen al proceso de toma de decisiones: un cambio de la corriente principal a las especificaciones que podrían ser completamente erróneas. Ahora sabemos que hacer suposiciones no nos hace ningún favor. Entonces, ¿por qué todavía los hacemos? Nuestra mente nos engaña enormemente para que pensemos que somos seres racionales que toman decisiones racionales. Sin embargo, la realidad es muy diferente.
En su libro más vendido, 'Thinking Fast and Slow', Daniel Kahneman atribuye la irracionalidad a dos modos de pensamiento: 'Sistema 1' y 'Sistema 2'.
El Sistema 1 es el modo de pensamiento rápido e intuitivo que proviene del subconsciente cuando ya hay un patrón almacenado en su cerebro con respecto a la actividad. Por ejemplo, caminar por las calles de la ciudad sin pensar mucho porque estás acostumbrado a los caminos y senderos.
Por otro lado, el Sistema 2 es un modo más arduo y lento controlado por nuestra conciencia. Por ejemplo, planear la fiesta sorpresa de cumpleaños de tu amigo.
A la luz de las palabras de Keynes, es interesante notar que a menudo pensamos que estamos entrando en el modo Sistema 2 cuando en realidad generalmente nos guiamos por el Sistema 1. ¡Esto es sorprendente para muchas personas!
Como gerente de producto, es importante ser consciente de los sesgos cognitivos que pueden engañarnos y hacernos pensar que nuestra visión es la única racional. Estos sesgos están asentados en nuestro cerebro y son impulsados por nuestro subconsciente. Al comprenderlos, podemos evitar tomar decisiones basadas en información falsa o pensamiento irracional.
Hay varios sesgos cognitivos que pueden distorsionar nuestro pensamiento, pero algunos de los más comunes incluyen el sesgo de confirmación (una tendencia a buscar o interpretar información que confirma nuestras creencias preexistentes), el efecto Dunning-Kruger (un sesgo en el que una persona con baja capacidad no es capaz de ver su falta de capacidad junto con la capacidad genuina de los demás), y el sesgo “no inventado aquí” (una tendencia a ver las ideas creadas internamente como superiores a los elementos externos).
El efecto IKEA es otro sesgo cognitivo que puede llevarnos a otorgar un valor desproporcionadamente alto a las cosas que hemos ayudado a construir. Este sesgo puede tener efectos de gran alcance, afectando todo, desde la forma en que valoramos nuestro propio trabajo hasta la forma en que juzgamos a los demás.
La ciencia del comportamiento de Tails
se puede utilizar para fomentar cambios en el comportamiento del cliente. La investigación psicológica debe aplicarse al crear productos, teniendo en cuenta las decisiones irracionales que toma la gente. El popular método de comentarios de los clientes, por improbable que parezca, puede llevar a conclusiones inexactas porque los humanos somos seres irracionales y nuestras acciones se basan en la situación en la que nos encontramos. Nuestros comportamientos irracionales no son aleatorios ni sin sentido: siguen un patrón. Si nos tomamos el tiempo para comprender estos patrones, podemos usarlos a nuestro favor al crear productos o servicios que fomenten el comportamiento que queremos ver en nuestros clientes.
Existen algunas teorías bien conocidas que los gerentes de producto pueden usar para alentar a los clientes a cambiar su comportamiento para mejor.
. Una de esas teorías es el modelo de comportamiento de Fogg, que sugiere que un comportamiento solo ocurrirá cuando los tres elementos siguientes estén presentes simultáneamente: (Comportamiento = Motivación + Habilidad + Disparador) Motivación: las personas deben estar lo suficientemente motivadas para cambiar su comportamiento
.
Habilidad: deben tener la capacidad de realizar realmente el comportamiento deseado. Desencadenador: se les debe solicitar o desencadenar para que realicen el comportamiento.
. La teoría del empujón es una herramienta útil para comprender cómo piensan las personas y cómo ayudarlas a tomar mejores decisiones modificando las influencias inútiles existentes. Esta teoría se ocupa principalmente del 'diseño de opciones' y de cuán sorprendentemente un pequeño cambio en el diseño puede tener un gran impacto en el logro de algo. Sugiere que las elecciones deberían basarse en cómo las personas realmente piensan y deciden, en lugar de las creencias tradicionales sobre cómo las personas piensan y deciden.
. Hooked Model habla sobre 4 elementos clave para un cambio de comportamiento exitoso:
- Disparador: algo que inicia el comportamiento. Los disparadores pueden ser externos o internos.
- Acción: el comportamiento que debe realizarse para obtener una recompensa. Esta acción debe ser fácil de realizar.
- Recompensa variable: las recompensas se pueden clasificar en tres tipos: aceptación social, recompensas materiales o recompensas para uno mismo (como dominio o competencia en un área o habilidad en particular).
- Inversión: el acto de invertir tiempo y esfuerzo por parte de un usuario en el producto, usándolo para crear valor para sí mismo.