Saboreando El Gusto de 28 años.

Apr 30 2023
Cuando era pequeña le pregunté a mi madre qué seré Qué será, será Lo que sea, será El futuro no es nuestro para ver Qué será, será “Doris day” Te lo aseguro, esas son letras conocidas. Para mí, significa que no hay nada de qué preocuparse.

Cuando era pequeña
le pregunté a mi madre qué seré
Qué será, será
Lo que sea, será
El futuro no es nuestro para ver
Qué será, será
“Doris day”

Te aseguro que son letras familiares. Para mí, significa que no hay nada de qué preocuparse. A medida que crecemos, a veces la preocupación se convierte en un amigo. De hecho, la canción resuena con el consejo de mi mamá.

No me di cuenta de repente, cumplí 28 años sin darme cuenta tengo amistad con la preocupación desde que era adolescente. Muchas preguntas surgieron cuando era adolescente. ¿En qué me convertiré? ¿Dónde trabajaré? etc. Pero, ahora estoy a salvo. ¡Mirar! nada de que preocuparse.

Al cumplir 28 años, estaba desconcertado. Solía ​​esperar que a los 28 años me casaría, construiría una casa o tendría un hijo. ¿Pero? Sigo soltera, disfruto de mi tiempo, socializo con la gente y también sigo preguntándome cuáles son las mejores metas de la vida. Por otro lado, podría luchar contra todos los inevitables dramas de la montaña rusa, sin mencionar a los compañeros de mi familia y amigos.

Mirando hacia atrás a todos estos años,

Perdí a mi padre cuando tenía 23 años, luego otra realidad me abofeteó cuando a mi mamá le diagnosticaron cáncer en 2020. Sin olvidar que también tuve que despedirme de mi oyente favorita (mi abuela) a principios de 2021.

Sin embargo, siempre llegan buenas noticias.

Finalmente, pasé el título de mi diploma a un título de licenciatura en la parte posterior de mi nombre, pasé la prueba de mi vida en la oficina y tuve la oportunidad de aprender de muchas almas hermosas.

Mi versión de tener 28 años es bastante desafiante.

Descubrí amistades, me entregué y me conocí mejor. Estoy muy orgullosa de cómo me manejé todos estos años. Aprendí a ser humilde, me sequé las lágrimas en silencio por la noche y luego me aseguré de que, cuando llegara la mañana, tuviera mi mejor sonrisa. Todos los días, me las arreglo para darme un cálido abrazo porque sobrevivo y todavía estoy cuerdo. Aun así, creo que Él es el mejor planificador y protector.

Muchas felicidades para la familia y los amigos por su apoyo y confianza inagotables y también para todos los que aún luchan y luchan. Una cosa es segura: no hay nada de qué preocuparse.