Lidiar con un gato que tiene un absceso o una infección localizada llena de pus puede ser difícil ya que no siempre está claro qué es lo que está mal. El cuerpo crea paredes alrededor de estas heridas y el pus se acumula dentro de los límites de las paredes.
Los abscesos en los gatos suelen estar causados por mordeduras o arañazos, y pueden ser múltiples cuando se producen. La infección es el resultado de bacterias transportadas en los dientes o garras del animal atacante, que ingresa a la piel a través de la mordedura o el arañazo. La mayoría de los abscesos se ubicarán alrededor del cuello, las patas delanteras o el área de la cola y la rabadilla. Muchas veces los dueños no se dan cuenta de que el gato ha sido mordido. Algunos de los signos que se deben buscar son hinchazón blanda y dolorosa, secreción maloliente de una herida abierta, letargo y pérdida del apetito. Si alguna vez tiene dudas, llame a su veterinario antes de continuar.
Para tratar adecuadamente a un gato con un absceso, siga los consejos para el cuidado del gato que se enumeran a continuación:
Paso 1: corte el cabello alrededor del área del absceso.
Paso 2: Si el absceso está drenando, continúe con el Paso 3. De lo contrario, aplique compresas húmedas y calientes durante períodos de 20 minutos dos o tres veces al día hasta que el absceso comience a drenar.
Paso 3: Limpie a fondo el área con una solución salina suave o simplemente con agua tibia dos o tres veces al día. No use ningún otro antiséptico. Estas compresas también ayudarán a evitar que se forme una costra.
Paso 4: Si el gato deja de comer, o el absceso no deja de drenar material maloliente dentro de las 48 horas, o el área afectada es muy grande, lleve al gato al veterinario lo antes posible.
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