
Las infecciones vaginales por hongos pueden causar los siguientes síntomas:
- picor y/o dolor vaginal
- un flujo vaginal espeso similar al queso, que puede oler a levadura, pero no tendrá un olor a pescado, como la vaginosis bacteriana
- una molestia ardiente alrededor de la abertura vaginal, especialmente si la orina entra en contacto con el área
- dolor, sequedad o malestar durante la penetración sexual
Si tiene cualquiera de los síntomas anteriores o similares acompañados de fiebre, dolor abdominal o secreción maloliente, consulte a su profesional de la salud. Tenga en cuenta que no todos los picores vaginales indican una infección por hongos; hay una variedad de condiciones que pueden causar picazón. Recuerde, también, que la vagina de una mujer normalmente produce una secreción que generalmente se describe como clara o ligeramente turbia, no irritante y con un olor suave. Durante el ciclo menstrual normal, la cantidad y la consistencia de la descarga pueden variar. En un momento del mes, puede haber una pequeña cantidad de secreción muy fina o acuosa y, en otro momento, puede aparecer una secreción más espesa y más extensa. Todas estas descripciones podrían considerarse normales. Sin embargo, un flujo vaginal que tiene un olor desagradable o que es irritante suele ser un flujo anormal. La irritación puede ser picazón o ardor o ambos. La picazón puede estar presente en cualquier momento del día, pero a menudo es más molesta por la noche. Ambos síntomas generalmente empeoran al tener relaciones sexuales.
Una vez que describa sus síntomas, su profesional de la salud realizará un examen ginecológico y revisará su vagina en busca de inflamación y secreción anormal. Él o ella también puede tomar una muestra de la secreción vaginal para un examen de laboratorio bajo un microscopio o para un cultivo de levadura, una prueba para ver si los hongos Candida crecen en condiciones de laboratorio. Mirar al microscopio también ayuda a descartar otras causas de secreción, como la vaginosis bacteriana o la tricomoniasis, que requieren un tratamiento diferente.
Resista la tentación de ducharse para aliviar sus síntomas. Las duchas vaginales alteran el equilibrio bacteriano natural de la vagina. Las mujeres no deben ducharse regularmente. En raras ocasiones, su profesional de la salud puede recomendarle una ducha para eliminar una gran cantidad de secreción candidiásica.
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