
Si tuviera que señalar lo peor de tener un resfriado, podría decir que es la secreción nasal. Las narices que moquean son vergonzosas si me preguntas. No hay una manera más segura de hacerme sentir como un niño de 7 años indefenso que tener mi nariz goteando incontrolablemente. Y así los adultos nos sonamos la nariz cuando empiezan a correr. Construimos pirámides de fajos de tejido y lo descartamos como una pérdida a manos de un resfriado. Ni siquiera mi sensibilidad ecológica me permitiría pedirle que abandone sus hábitos de sonarse la nariz y de desperdiciarse los tejidos, pero es posible que ahora algunos médicos le pidan que haga precisamente eso.
Así es. Investigaciones recientes han demostrado que sonarse la nariz para aliviar la congestión en realidad invierte el flujo de la mucosidad hacia los senos paranasales y ralentiza el drenaje; causando más congestión al final.
La respuesta, aunque parezca asquerosa e infantil, es sonarse la nariz con menos frecuencia. Tu congestión no será un problema y reducirás en gran medida el uso de pañuelos mientras lo haces.
Y si tienes que soplar, ¡ considera un pañuelo !