No hay nada más lindo que un pequeño mamífero, ¿verdad? La clase biológica que nos trae lechones, gatitos y bebés humanos ciertamente merece crédito por tener la especie más benignamente adorable. Claro, los mamíferos pueden atacarlo con dientes y garras, pero al menos no pueden paralizarte con sus tentáculos mortales o matarte con una mordedura venenosa . ¿Derecha?
Bueno, no son unos mamíferos que no son tan difuso y caliente a medida que aparecen. Echemos un vistazo (desde una distancia decente) a los mamíferos que usan veneno o armas tóxicas para defenderse.
1. Mofetas
Antes de entrar en acción, visitemos nuestra amigable mofeta del vecindario, que puede lanzar un chorro de tioles (compuestos que también se encuentran en las cebollas y el ajo) tan potente que causa ceguera temporal, inflamación y vómitos . El aerosol de mofeta incluso puede ser tóxico para otros animales , incluidos los humanos.
2. Ornitorrincos
El ornitorrinco ya es bastante extraño por su capacidad para poner huevos. Pero para agregar a eso, los machos también tienen espuelas en sus patas traseras que liberan un poderoso veneno que causa un dolor casi insoportable .
3. Lorises lentos
Mientras que algunos mamíferos tienen su veneno listo, los loris lentos usan sus manos para frotar las glándulas cerca de sus axilas que contienen la sustancia tóxica, luego aplican la sustancia a sus dientes para poner al depredador en estado de shock.
4. Musarañas
Varias especies de musaraña tienen glándulas salivales que producen veneno para paralizar su posible comida. Pero no solo están inyectando veneno en su lámina: la musaraña necesita masticar a su presa para que el veneno haga su trabajo.
5. Solenodontes
El solenodonte es un mamífero parecido a una musaraña originario de Cuba y La Española. Pero a diferencia de la musaraña, este mamífero tóxico usa absolutamente sus dientes afilados y ranurados para inyectar veneno directamente en un enemigo.
Ahora eso es genial
Un estudio de 2016 mostró que el veneno del ornitorrinco podría ser útil en el cuidado de la salud humana. Una hormona que se encuentra en el intestino del ornitorrinco y que regula su glucosa en sangre también se produce en su veneno . El hallazgo podría conducir a avances en el tratamiento de la diabetes humana.