Los beneficios de comer orgánico han sido bien documentados. La agricultura orgánica tiene un impacto mucho menor en el medio ambiente que los métodos tradicionales de agricultura industrial que usan pesticidas, que despojan a su suelo de nutrientes. Los animales se crían en ambientes humanitarios sin que se les llene de antibióticos y hormonas. Y cuando la comida que llega a su mesa está casi libre de pesticidas y otros aditivos dañinos, está asegurando un estilo de vida más saludable para su familia.
Pero junto con todo eso, viene una desventaja: el costo. Manejar una operación orgánica simplemente cuesta más. Se requiere más trabajo para cuidar las plantas y mantenerlas libres de plagas y malezas. El estiércol y el compost son aditivos costosos para el suelo, sin mencionar el costo de obtener la certificación orgánica. Para que los conjuntos orgánicos se mantengan a flote, estos gastos deben pasarse al consumidor en la línea de pago. Afortunadamente, hay maneras de seguir comiendo productos orgánicos y mantenerse dentro de su presupuesto de comestibles .