
Allá por la edad oscura de la década de 1970, ingenieros automotrices cacareantes con batas blancas, guantes de goma negros y anteojos con correas colgantes en las sienes trabajaron en profundos y oscuros sótanos alemanes para crear sistemas de frenos antibloqueo, o ABS. Una serie de sensores, computadoras y magia tecnológica eliminaron la necesidad de pisar los frenos. Una vez que esos sensores estuvieron en su lugar, fue bastante fácil hacer que cumplieran una doble función para evitar que las llantas chirriaran, humearan y patinaran cuando el auto también aceleró. Para 1985, algunos científicos de una variedad menos loca habían creado sistemas de control de tracción.
Y ahora, el control de tracción está ampliamente disponible porque se apoya en el ABS del vehículo, que se requería en todos los vehículos vendidos en los Estados Unidos para el año modelo 2012 y posteriores. Y aunque tiene muchos nombres y acrónimos, todos significan lo mismo: conducción más segura a través del control de tracción:
- ETC o TC: Electronic Traction Control o solo Traction Control
- DSC: control dinámico de estabilidad
- DTC: control dinámico de tracción
- ESP: Programa Electrónico de Estabilidad