
El trastorno límite de la personalidad (TLP) es un trastorno de la personalidad que afecta hasta al 5,9 por ciento de los estadounidenses, más que el trastorno bipolar y la esquizofrenia . Las personas con TLP tienen una autoimagen distorsionada y dificultad para controlar las emociones. Se cree que la causa del TLP es una mezcla complicada de genética, medio ambiente (como un historial de abandono, separación o abuso) y un desequilibrio de las sustancias químicas que regulan el estado de ánimo, incluida la serotonina, en el cerebro.
Si bien el TLP puede afectar a cualquiera de nosotros, se diagnostica con mayor frecuencia en la adolescencia y la edad adulta temprana, y en las mujeres con más frecuencia que en los hombres.
Signos y Síntomas
El TLP comúnmente comienza en la edad adulta temprana y se caracteriza principalmente por estados de ánimo, pensamientos, comportamientos, relaciones y autoimagen persistentemente inestables. Las víctimas tienen un miedo intenso al abandono real o imaginario y al rechazo inminente. Los síntomas también pueden incluir:
- Demanda constante de atención.
- Hacer demandas irrazonables
- autodramatizando
- Cambios de humor, episodios de depresión, ansiedad o ira
- Sentimientos crónicos de aburrimiento, vacío, inutilidad.
- Impulsividad autodestructiva que incluye gastos excesivos, sexo, abuso de sustancias, juegos de azar o atracones
- Comportamientos autodestructivos, incluido el abuso de sustancias, comportamiento imprudente
- Autolesiones, incluidos cortarse, quemarse o rascarse
- Amenazar o intentar suicidarse
Para obtener más información, visite la hoja informativa de Mental Health America sobre el trastorno límite de la personalidad .
Terapias
Si bien las terapias con medicamentos pueden ayudar a aliviar los cambios de humor, la ansiedad o los comportamientos impulsivos asociados, el tratamiento más común y efectivo para el TLP es la psicoterapia ambulatoria a largo plazo (terapia de "conversación").
Dos formas de psicoterapia, la terapia conductual dialéctica (DBT) y la psicoterapia centrada en la transferencia (TFP) se usan comúnmente para tratar a los pacientes con TLP. DBT es una forma de tratamiento cognitivo-conductual que se enfoca en el entrenamiento de habilidades, resolución de problemas, modificación y validación del comportamiento. Las sesiones pueden ser individuales o en grupo. La TFP se enfoca en las relaciones, comenzando con la corrección de cómo el paciente percibe las emociones y la estructura de la relación paciente-terapeuta y luego transfiriendo eso a las relaciones con otras personas significativas.
En casos severos, los pacientes pueden ser hospitalizados para un tratamiento intenso.